Silla salvaescaleras curva Afrodita en Alfafar

Silla salvaescaleras curva Afrodita en Alfafar

Josefa y Vicente, vecinos del municipio de Alfafar, vivían en una casa grande, de dos alturas, con un importante desnivel entre su garaje-taller y la vivienda, donde se ubicaba una preciosa escalera de 3 tramos, con más de 10 escalones cada uno.

Vicente, que tenía serios problemas de movilidad, necesitaba una silla salvaescaleras que le ayudara a subir y bajar las escaleras de su vivienda. Habiéndose dedicado toda su vida a la carpintería, ahora que ya estaba jubilado quería seguir disfrutando de su gran pasión: la talla de madera. Para ello, era importante para él poder acceder cómodamente al garaje-taller, donde cada día desarrollaba su actividad artesanal durante horas.

Josefa supo de Simotec Elevación porque en su ortopedia de confianza le recomendaron contactar con nosotros. Según nos confesó tras la instalación, lo que su marido y ella querían era una empresa de la zona, que le dejara las cosas curiosas, limpias, bien hechas y para muchos años.

Para nosotros el hecho de que nuestros clientes prestaran especial atención a la cercanía y al acabado estético de la instalación, nos daba claras ventajas frente a la competencia, porque sin duda teníamos muchos ejemplos con los que poder avalar nuestro buen hacer. Les ofrecimos visitar una instalación, en casa de uno de nuestros clientes, que vivía en una población cercana a Alfafar y que tenía una silla salvaescaleras Afrodita, porque era el modelo que también creíamos más apropiado para Josefa y Vicente. La estabilidad que ofrecía la instalación de una silla elevadora curva de doble raíl, de la calidad de Afrodita, era crítica para un recorrido largo, con curvas pronunciadas como tenía este proyecto. De Afrodita les gustó tanto su funcionamiento silencioso, la suavidad en el recorrido y la seguridad que sentían al desplazarse, como la comodidad del asiento y los detalles estéticos. Sólo faltaba acordar una forma de pago que se ajustara a sus necesidades, pero la propuesta de financiación les despejó cualquier duda. Fue entonces cuando quedaron completamente convencidos de querer hacer el proyecto con Simotec.    

En la medición de la escalera, Josefa nos comentó que en un futuro, si quedaban contentos con el salvaescaleras que íbamos a instalar, estarían interesados en contar con una segunda silla sube-escaleras para salvar un pequeño tramo recto de escalones que tenían a otro lado de la casa. Tras la fabricación a medida de su silla, realizamos la instalación y el resultado no defraudó a nuestros clientes. Tanto es así que unos meses después, confirmaron el segundo proyecto, aunque en esta ocasión se trataba de una sencilla silla elevadora recta, que pudimos montar al día siguiente de recibir la petición. Una vez más, nos agradecieron el trabajo bien hecho y desde entonces nos han recomendado a muchos nuevos clientes.

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